¿Qué hacer cuando mi perro tiene miedo a personas?
Son muchos los perros que llegan a nuestras vidas con miedo a las personas, en sus múltiples caras, o bien que lo desarrollan a lo largo de nuestra vida conjunta. Los perros han coevolucionado con el ser humano desde hace miles de años, ¿cómo es posible que muestren miedo a las personas? Descubre en este post qué aspectos debes considerar si tu perro muestra este problema.
Perros que temen a las personas: ¿qué debo considerar?
El miedo es una reacción natural en los animales que normalmente responde a un mecanismo de supervivencia frente a situaciones nuevas o peligrosas. Los perros que viven en nuestra sociedad, los llamados perros domésticos, no deberían ver a las personas como algo ni nuevo ni peligroso.
Sin embargo, es ahí donde surge el problema, pues no son pocos los perros que muestran miedo ante situaciones tan cotidianas como ver a una persona.
Las razones por las que un perro puede llegar a tener miedo a las personas son muy diversas, desde aspectos genéticos (la llamada “genética del miedo”), pasando por experiencias traumáticas con personas, como perros maltratados física o psicológicamente.
El miedo a las personas tiene muchas caras, desde tratar de huir de dichas personas que les provocan ese miedo (defensa pasiva, primera opción para todos los perros) a atacar o agredir a las mismas (defensa activa), llegando en su fase más extrema a la denominada “indefensión aprendida”, donde el perro carece de todo interés por vivir.
Es fundamental saber esto, puesto que la mayoría de los problemas de los perros están radicados en el miedo.
La mayoría de los perros llegan a la agresión después de haber intentado activar los mecanismos de huida y no haberlo conseguido. Esto puede suceder muchas veces sin que los propietarios sean conscientes, como, por ejemplo, el simple hecho de gestionar mal una correa, que evidentemente limita la capacidad del perro para moverse libremente.
Debes huir del estado de depresión de un perro con mucho miedo a las personas. Los perros con miedos más extremos tienden a “arrojar la toalla” en el camino hacia la búsqueda de la felicidad, ayúdale a no caer en eso. Aunque es una situación generalmente muy cómoda para los propietarios, la infelicidad del perro es máxima.
Debes saber que la mayoría de los perros que salen de esta situación acaban desarrollando comportamientos reactivos frente a personas, asúmelo, tu perro no está peor, está saliendo de una situación de fuerte depresión, y comienza a trabajar para solucionarlo.
No hablaremos en este post de lo que opinamos sobre tratar el miedo a personas con más miedo, como por ejemplo el uso de correcciones o collares de impulsos eléctricos.
Quede claro, no obstante, nuestra firme oposición al empleo de los mismos, en general para cualquier problema, pero en especial para tratar un problema de miedos, por ejemplo, a personas.
¿Te imaginas que como te da miedo hablar en público te pusieran un collar eléctrico para que lo superarás? Puede que llegues a hablar en público, pero está asegurado que detrás de esa situación te saldrán otros problemas, tal vez al principio ocultos, pero terminarán manando de tu interior.
Por otro lado, ¿cómo de social te consideras a ti mismo? Tú eres la referencia, ¿por qué debería ser tu perro social si tú no lo eres?
No se trata de que cambies algo de ti si no te disgusta, pero entonces tendrás que aceptar las consecuencias sobre el comportamiento de tu perro.
Y una vez que el miedo ya ha conquistado el estado emocional del perro en determinadas situaciones, ¿qué puedo hacer para ayudar a mi perro?
1 - Usa una visión holística.
Lo primero que debes tener claro es que combatir un miedo a personas en la mayoría de los perros no es sinónimo de darle una salchicha cada vez que vea una persona.
Tratar el miedo a personas de nuestro perro desde la raíz requiere tener una visión mucho más completa y global (holística) del problema. Debes considerar cual es su estado emocional general. Un perro con miedo a las personas puede ser más feliz si el resto de su vida presenta un mínimo de interés.
Aparte de las situaciones de miedo,¿se socializa? ¿está nervioso? ¿padece estrés? ¿tiene suficiente cariño y comprensión? ¿están sus necesidades básicas cubiertas?
2 - Aprende sobre comunicación canina
Desafortunadamente, muchas de las personas que conviven con perros hoy en día sabe poco o nada sobre cómo son los protocolos de comunicación de los perros.
Aspectos tan necesarios para entender a nuestros perros como conocer las principales señales de calma y amenaza son con frecuencia obviados hasta que la emoción del miedo está muy avanzada.
Si quieres ayudar a tu perro con sus miedos a las personas, debes conocer cómo determinadas situaciones le están afectando. Es esencial que sepas cuando no le está gustando como le está tocando una determinada persona, por ejemplo.
3 - Tenle empatía.
Si tu perro tiene miedo a las personas, lo último que necesita es que no le comprendas cuando quiere huir de una de ellas o cuando le ladra acaloradamente para hacerla retroceder.
Haz todo tu esfuerzo para entender a tu perro, para saber qué le preocupa y porqué de las personas.
Analiza qué tipo de personas son las que le provocan el miedo o es cualquier persona. Tu perro siempre confiará en ti si percibe que le entiendes y le ayudas, especialmente en una situación de miedo.
4 - Trabaja activamente para solucionar su miedo a las personas.
He de reconocer que muchas veces es mejor no hacer que hacer, pues las personas tenemos una capacidad innata para “romper lo irrompible”.
No obstante, en el caso de miedos a personas es importante que, si la intensidad del problema es importante, nos planteemos tomar parte activa de la solución lo más pronto posible, antes de que dichos problemas se hagan crónicos y se generalicen. Si no puedes solo, pide ayuda a un profesional o, mucho mejor aún, aprende tu mismo a ayudar a tu perro.
No existe un educador canino mejor para tu perro que tú mismo, solo necesitas aprender cómo hacerlo.
5 - Aprende a manejar los movimientos de curvas.
Los perros que no se conocen se presentan entre ellos de manera natural haciendo curvas, para ellos es un protocolo innato de comunicación. Puedes ayudar mucho a tu perro si le incitas a realizar una curva cuando una persona se acerque de frente, especialmente cuando tu perro va atado y están reducidas sus posibilidades de elegir por sí mismo.
En este sentido, los factores que más van a influir sobre la reacción de miedo en tu perro son la dirección y la velocidad de aproximación de la persona. Trata de ajustar la distancia a la que se encuentra la persona en función de ambos factores para evitar que se desencadene la reacción del miedo.
6 - Naturaliza las situaciones.
No le des excesiva atención al problema, si tu perro te ve despreocupado ante la presencia de una persona, probablemente acabe dándole menos importancia a la situación.
Aunque no siempre da resultados por sí solo, recomendamos apostar por una técnica de modificación de conducta basada en el aprendizaje no asociativo por habituación como mecanismo principal.
7 - Dale descanso a tu perro.
Todos necesitamos descansar para regenerarnos.
Vivir con una situación de estrés por miedo continuado no es sano psicológicamente, por lo que es importante que crees situaciones en las que tu perro pueda desconectar del tema.
Hoy en día hay personas casi en cualquier sitio a cualquier hora, por lo que si los miedos de tu perro a las personas son muy intensos, deberías organizar escenarios en los que pueda “descansar” de dicho estrés: paseos por el campo, juegos en casa, salir a horas poco transitadas,… son pautas que pueden ayudar a que tu perro se sienta más descansado de las personas.
8 - Usa la progresividad.
En la naturaleza los animales aprenden la mayoría de sus enseñanzas de una forma paulatina, progresiva. Fíjate en cualquier documental de naturaleza y verás como los cachorros de la mayoría de los mamíferos se desprenden muy gradualmente en tiempo y espacio del lugar que la madre ha decidido para traerlos a este planeta.
¿Por qué no tendría sentido emplear el mismo criterio para nuestros perros? Enséñale las cosas progresivamente.
Los perros rara vez aprenden algo bueno por flooding (inmersión), técnica consistente en “sumergir” directamente al perro en el estímulo objeto del miedo, en este caso las personas. Generalmente, un perro con miedo a las personas necesita tener la oportunidad de analizar con perspectiva el problema, lo que implica que necesitará al principio más espacio para poder comprobar que las personas con las que se cruza en su día a día no suponen un problema.
En muchos casos, los perros con miedos a personas son incapaces de evaluar bien la situación y llegar a superar dicho problema porque viven “inmersos” en calles de personas que se mueven en todas las direcciones y a toda velocidad.
9 - Crea escenarios controlados.
Aunque es cierto que antes o después tendrás que trabajar los miedos a personas en condiciones reales, para empezar a sentirte cómodo tanto tú como tu perro es una gran ayuda el que trates de buscar amigos, familiares o conocidos que puedan colaborar en las primeras fases de trabajo del miedo.
Estas personas podrán (y deberán) seguir tus instrucciones en cuanto a cómo comunicarse con tu perro y esto será el inicio para revertir el proceso que terminó con tu perro desarrollando miedo a personas. Algunos perros necesitarán que estos colaboradores simplemente no hagan nada (no les miren, no les llamen,…), otros perros se sentirán más cómodos si los colaboradores llevan algún premio que les apasione,…
Tendrás que ser tú, como la persona que más conoce a su perro, la que diseñes como deberían de ser estas sesiones (mejor con la ayuda de un profesional canino).
10 - Acepta la realidad.
Hay perros que cuya configuración genética les hará que siempre sean miedosos, algunos hasta tal punto que difícilmente podrán llevar vidas “normales”, lo que no significa que deban ser condenados a la infelicidad.
Patricia McConnell en su libro “Por el amor de un perro” describe con detalle las principales emociones caninas, dedicando una sección tremendamente interesante al miedo. En él nos cuenta como una línea genética de pointers tenía tan arraigada la genética del miedo que en toda su vida nunca consiguieron que dichos perros aceptaran a las personas. Puedes aprender más con la “Teoría de las 4 patas”.
Tal vez tu perro sea uno de estos, pero no te rindas a la primera, intenta ayudarle dejándote la piel hasta que tengas que aceptar la realidad.
11 - Plan de reducción de estrés.
Si tu perro tiene un nivel de miedo a las personas muy intenso, considera la posibilidad de, durante un tiempo, aplicar un plan de reducción de estrés.
¿No te ha pasado alguna vez que un determinado problema te ha saturado y tras desconectar de él y volverlo a retomarlo algún tiempo después has sido capaz de resolverlo más fácilmente?
Básicamente este plan debe consistir en crear unas rutinas a tu perro que le reduzcan en la mayor medida posible el contacto con el tipo de personas que le dan miedo. Afortunadamente, la mayoría de los perros tienen más miedo a un tipo de perfil concreto: hombres, personas de gran talla, ancianos, niños,… lo que facilita una definición realista del plan de reducción de estrés. Si tu perro tiene miedo a todas las personas, sin discriminar ningún tipo de perfil, tendrás que ser más cuidadoso.
La duración del plan de reducción de estrés no debe ser demasiado prolongada, pues debes cuidar los problemas derivados de la deshabituación y pérdida consiguiente de la capacidad de gestión.
12 - No te dejes influir (negativamente).
Olvídate de la presión social. El mundo del perro está de moda, y la accesibilidad a la información en esta era de la revolución tecnológica crea expertos sobre cualquier tema en cada esquina.
Mucha gente va a opinar sobre el problema de miedo de tu perro, sobre cómo arreglarlo, pero finalmente eres tú quien convive con él, quien lo conoce, y quien lo ama. Sigue tu instinto.
Por supuesto, olvídate de las técnicas para solucionar el miedo rápidas y eficaces, generalmente carentes de ética y empatía o carentes de base contrastada como metodologías.
13 - Intervención nutricional.
Eres lo que comes, y tu perro también.
Una dieta deficiente en alguno de los diversos nutrientes que tu perro necesita en su organismo puede derivar en problemas de comportamiento.
Por ejemplo, recientemente se ha descubierto que la deficiencia de Zinc puede provocar determinados tipos de problemas conductuales (ej. miedo o agresión a personas) que pueden superarse balanceando mejor dicha dieta o añadiendo determinados suplementos alimenticios.
Además, al margen del correcto balance nutricional, no debemos de olvidar que comer bien en sí mismo es placentero, y para nuestros perros también, lo que ayuda de una manera muy importante a ser más feliz. Esto tiene siempre una repercusión muy clara en los problemas de miedos, en este caso miedo a personas.
14 - Intervención farmacológica.
Si los problemas son muy graves, puedes necesitar recurrir a determinados tipos de remedios naturales. La medicación veterinaria puede ser otra solución, pero solo la recomendamos como última opción.
15 - Intervención quirúrgica.
La esterilización de los perros produce unos cambios bioquímicos en su organismo que con frecuencia no son considerados.
Los perros con miedos en general y con miedo a personas en concreto, generalmente se vuelven más miedosos después de una intervención de este tipo.
Esto es debido a la reducción de la testosterona, la “hormona de la valentía”. Este hecho es especialmente grave en el caso de hembras miedosas, pues sus niveles de testosterona son ya de por sí reducidos.
Si tienes un perro con tendencia al miedo, por ejemplo, por una condición genética, una medida preventiva para evitar agravar el problema es decidir no esterilizarlo.
¿Qué hacer cuando mi perro tiene miedo a personas?
Reviewed by Toner Algeciras
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11:40:00
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