La procesionaria del pino, una amenaza real para los perros
La conocida como procesionaria del pino es un lepidóptero, ‘Thaumetopoea pityocampa‘, con un ciclo vital en tres fase: huevo, larva (oruga) y adulto (mariposa). Aunque es en primavera cuando se cruzan con los humanos y las mascotas, la procesionaria siempre está ahí. “Abunda en los pinos de Europa del sur y central, pero también aparecen en cedros y abetos”. Quizá hayan visto a las procesionarias descendiendo por el tronco de los pinos, como si fueran un único gran gusano. Nuestros perros, que todo lo olisquean, querrán asomar también el hocico a esa cosa curiosa, ignorando que pueden llegar a perder la vida.
Cada oruga dispone a lo largo de su cuerpo de unos 500.000 pelos o tricomas especiales que asemejan morfológicamente a pequeños dardos o flechas envenenados. Su pequeño tamaño y el hecho de que puedan desprenderse con facilidad implica un riesgo importante de urticaria no sólo por contacto directo sino también vía aérea a través del efecto de corrientes de viento
Entre febrero y abril, la procesionaria abandona su nido (esas bolas blancas que forma en la copa de los pinos) para pasar de larva a crisálida. Las orugas bajan por el pino en fila india (de ahí el nombre de procesionaria) guiadas por una hembra, con el fin de enterrarse en el suelo donde termina su desarrollo y volar en julio como mariposas.
Mientras las orugas circulan por los pinares, comienza el problema para los perros. Son extremadamente venenosas: producen urticarias y alergias en personas y en animales. “Las orugas tienen miles de pelillos que son como dardos envenenados (la sustancia que libera se llama histamina) que sueltan al sentirse amenazadas”. La procesionaria provoca varias lesiones en los perros: babeo, el animal se intenta rascar desesperadamente la zona afectada, hinchazón de la lengua e incluso de la cabeza, la boca, el esófago y el estómago. Se mostrará nervioso, inquieto, puede tener fiebre, también puede que tenga problemas para cerrar la boca.... “En la lengua aparecen unas manchas rojizas o moradas como ampollas y se le caen trozos de la lengua por necrosis, aunque esto no es inmediato”. En caso de que el perro ingiera estos gusanos o la zona afectada de la lengua sea muy grande, “el animal puede morir”. Y cuidado con los shar-pei, son especialmente sensibles.
Signos que nos deben alarmar
- El perro se muestra agitado, nervioso y respira de forma acelerada
- Agita la cabeza o la restriega por el suelo o entre nuestras piernas
- Se le hincha la cara o los párpados
- Se inflaman los labios y la mucosa oral
- Detectamos que no puede cerrar la boca debido a la inflamación de la lengua
- Produce una gran cantidad de saliva
- Jadea a causa del dolor
- Presenta dificultad para respirar
¿Qué podemos hacer?
Una rápida atención veterinaria es imprescindible para controlar el cuadro clínico y evitar complicaciones, que pueden llevar a un fatal desenlace. Por ello es vital acudir de urgencia a un veterinario.
- Sacar el perro de la zona donde haya las orugas. Es fácil que en el momento de dolor o nerviosismo se produzcan nuevos contactos con las orugas empeorando las lesiones.
- Comprobar que el perro puede respirar sin dificultad.
- Abrir la boca para observar el estado de la lengua y de las mucosas orales para localizar el área afectada.
- Lavar la zona afectada. Lo ideal sería hacerlo con suero fisiológico pero es preferible hacerlo pronto, por lo que lo haremos con lo que más a mano tengamos. Nos sirve el agua del grifo, a poder ser tibia, ya que el calor disminuye la actividad de la toxina.
- Lavar la zona de forma que el perro no la trague el agua sino que vaya de dentro hacia fuera para tratar de arrastrar los pelos de las orugas al exterior. Podemos ayudarnos de una jeringa metiendo el agua por el lateral de la boca y dirigiéndola hacia adelante. Lo mismo nos sirve para los ojos, que pueden lavarse bien con agua o con suero fisiológico abundantes.
- Evitar frotar la zona porque romperíamos los pelos facilitando la liberación de más toxina
- Acudir a un veterinario cuanto antes
Si vivimos en una zona alejada y con presencia de muchos pinos afectados podemos consultar con nuestro veterinario la posibilidad de tener en el botiquín de nuestro perro un medicamento adecuado para utilizarlo en caso de urgencia.
Otra recomendación, si ve pinos con procesionaria hay que informar al ayuntamiento de la localidad de turno.
Fuente SrPerro y Alza La Pata
La procesionaria del pino, una amenaza real para los perros
Reviewed by Toner Algeciras
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11:35:00
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